martes, 15 de enero de 2013

Cuentos Inéditos-Rafael Chaparro

RAFAEL CHAPARRO MADIEDO: El escritor que quería ser gato

Bogotá, Colombia, 1963-1995. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes. Trabajó como redactor y columnista en el diario La Prensa y la revista Consigna, y como libretista para televisión, en programas como Zoociedad y Quack, el noticero. Además, dirigió el programa de televisión infantil Brújula Mágica. En 1992 ganó el Premio Nacional de Novela, convocado por Colcultura, con Opio en las nubes. Al morir dejó inéditos un libro de cuentos y una novela. 





"En el computador de Rafael Chaparro quedaron inéditos cuentos . En cada línea flotan sus ideas claras y a veces alucinantes. En cada palabra lleva al lector de los hechos reales y   parisinas a la fantasía, a la muerte y a la angustia."


Me tome el trabajo de buscar Links relacionados con otros trabajos de Rafael Chaparro para ir más allá de "Opio en las Nubes" y conocer a profundidad algo más de un escritor que quería ser Gato. Como resultado encontré su segundo Libro "El pajaro Speed y su Banda de corazones malenates" el cual encontré en algunas Librerías Nacional y Panamericanas al mismo precio $35.000 pesos y tambien algunos poemas, artículos y los cinco cuentos inéditos que son:



  • Las cuatrocientas Espadas del Brandy 
  • El pez gato que engullía pianos negros. 
  • La suave lluvia de agosto sobre Nueva York 
  • John Tigris 
  • Joe y el Zoológico de Metal. 
Tomo algo de tiempo transcribirlos pero espero sean de su agrado



Agradecimientos al señor Albert Murillo [@El_Tumor] quien me ayudo a publicar el Post y también lo publico en 

http://www.taringa.net/posts/ebooks-tutoriales/16252370/Cuentos-Ineditos---Rafael-Chaparro-Madiedo.html








lunes, 22 de octubre de 2012

Used Words

Con palabras usadas,
gastadas por el tiempo y la costumbre,
cuyo último temblor ya no se siente.
Con palabras, como sueños, quemadas por la vida,
esta noche de lluvia hablo contigo,
trato de hablar al menos, ligeramente ebrio,
construyendo cada sílaba en el país de nunca jamás,
y sintiendo esa repentina lucidez
con la que, de pronto, rompemos la rutina de ser y conocemos,
sintiendo, digo, esa rara sensación, distante y desangrada,
del whisky, de la noche y el silencio,
de la entusiasta desesperación con que aceptamos la derrota,
de ese vértigo, a veces, sólo a veces, tuyo y mío,
donde morimos sonriendo con los ojos abiertos.
Sintiendo lo poco que es un beso al fondo de tu lengua,
o tus ojos mirándose en los míos,
o nuestras manos unidas en el aire,
recorriendo un museo de aceptados fracasos.
Desfilan, batallón desolado de fantasmas,
nombres y nombres con distinto eco.
Pretendemos, con abolidos rostros, fechas caducadas, ciudades imposibles,
contestar una vieja pregunta
cuya respuesta sólo la muerte ya conoce.
Años y años, voluntarios exilios de seres y países,
los hijos que no quise tener, los que tú sí tuviste,
el temblor del deseo que aún guardas en tu piel,
mi repetido navegar de cama en cama,
se reúnen y afirman su destino
frente a la ceremonia del amanecer.
Y todo lo sabemos y está escrito en tus ojos,
sin embargo hoy, este día con sol, -tan raro en Bogotá-
de finales de julio, de algún año cualquiera,
te propongo mi amor, sé que tú aceptarás,
con palabras usadas, te propongo mentirnos.
Pasada ya la noche, quietos frente al espejo,
mientras yo me afeito y tú pintas tus labios,
te propongo mi amor, decir que nos queremos.
Decir -y son tan sólo ejemplos- «hoy existe la vida por nosotros»
o «tú no te morirás nunca»
o, tal vez, «aún hay noches y noches que esperan
nuestros brazos, ese especial calor de dormir abrazados».
Olvidando, tratando de olvidar nuestro pasado,
ignorando el futuro, sin duda inalcanzable,
con palabras gastadas, decir y repetir
-es otro ejemplo- «gracias mi amor por haber existido».
Al menos por un rato -a nadie molestamos-
con palabras usadas mentirnos y mentirnos,
mentirnos contra el tiempo, despreciar su victoria.

Envío:
Te dejo este poema
confuso, absurdo, largo,
para que tú lo tengas como un pañuelo viejo
a los pies de tu cama, para que tú la tengas,
y un día te lo encuentres, confuso, absurdo, largo,
un día como éste -cuando ya no estaremos-
y recuerdes, debajo de la ducha,
que alguna vez te quise -mentiras y mentiras-
que alguna vez te quise -era un día de julio-
con palabras usadas, como un disco rayado,
que recuerdes, mi amor, esta letra de tango.

"Desapariciones y fracasos" 1978

Juan Luis Panero

viernes, 17 de agosto de 2012

Él me mato.


Difícil es pensar que ya no siento.
Sentir durante tanto tiempo, que la fatiga del alma la hace débil
y yo sentada frente al abismo esperando caer.

Olvidé  llenarme de nuevas experiencias,
tengo las arterias rotas y la sangre sucia.
No duele.

La ciudad selva de pavimento se ve más gris de lo normal,
se me perdieron los aromas y los sabores,
solo percibo el veneno del licor,
nado en sus instante es saciable y seductor.

Camino entre la ridiculez de la vida,
tambaleo entre otros muertos mejores y peores que yo.
 Ellos están en silencio yo también perdí la voz.

Hoy me quiero vestir de negro para la ocasión;
estoy de luto por mi alma, se envolvió en la nada.
Se llevo la sangre, no existe en las arterias,
 ahora estoy vacía, intoxicada, algo putrefacta.

Vagabundos se preguntan como me desvanecí y no sé como contarlo,
solo que sucedió despacio,
 tanto que sin darme cuenta lo conocí y él me mato.



Autor: Laura Velez

lunes, 11 de junio de 2012

Perdida...


La soledad es algo que pesa cuando el vacío persiste, es una propiedad  más allá de lo físico, de  lo químico y es real, más real que un abrazo detectado por lo sentidos. Es ese dolor de sentirse caminar entre los vivos y tu estar muerto. Sonreír mentiras, escribir amor, respirar ausencia.. . Llevarlo todo a la nada, la nada siendo todo. Subestimar el pasado, creer en el tiempo, vivir de presente esperando futuro, vivir por lo que no existe.

Tan irracional como decir que aprendemos de las caídas cuando nos quedamos en el suelo, tan estúpido como sentirse orgulloso de los errores y empezar a caminar hacia atrás sin girar ni mirar  pisando la misma mierda. Pensar que nos sabemos el camino de memoria y que las espinas no vuelven a crecer.

Como si la vida en algún momento dejara de doler, como si creer en la felicidad bastara para que nos recorriera los poros del cuerpo, como si te abrazara la existencia a las paredes que no deja salir el laberinto. Como si lo real fuera un recuerdo y no la soledad, como si lo real fuera un beso y no la ausencia, como si  no mirar la herida no quemara.

Después de toda el agua con sal que salen de los ojos, miras por la ventana suspiras la derrota de tu existencia y caes en el vacío de tu interior para no regresar nunca más. Porque si a todo le damos un para Siempre, también podemos permitirnos el Nunca Más.


sábado, 3 de marzo de 2012

Un Ensayo no muy Bien Elaborado

Bueno, tuve que escribir un ensayo para Epistemología sobre unas Exposiciones de vida Cotidiana que se hicieron en clase, no es bueno pero igual quiero que lo lean. Y aquí esta...


Realidad de una Vida Cotidiana.
La vida cotidiana es una realidad subjetiva según las diferentes situaciones en el cual se encuentra el ser humano en los diferentes aspectos que lo envuelven, económicos, políticos, culturales, familiares, etc. Este aspecto hace la vida cotidiana de cada ser humano diferente a pesar de que muchos tenga algunas veces similitudes o generalidades. Ya que podemos resaltar que en un país como en el que vivimos las clases sociales son muy marcadas pero entre las mismas tiene elementos parecidos en especial cuando hablamos de que a pesar de ser la persona más adinerada o aquella que pasa por necesidades económicas no disfrutan la vida si no se preocupan por sobrevivir en un mundo competitivo, el mundo capitalista que se nos ha impuesto vivir.
Como resalto anteriormente cada vida es diferente ya que ninguno de nosotros suplimos nuestras necesidades de la misma manera, esto da lugar a una diversidad en la vida cotidiana. La vida cotidiana del individuo tiene muchos aspectos y dependiendo de la necesidad más importante se forja la misma. Aun así aunque sabemos que los otros tienen una vida diferente pensamos que tiene nuestras mismas facilidades y como vemos nosotros la realidad la verán ellos y allí estamos equivocados ya que los factores que nos afectan directa e indirectamente no tienen la misma magnitud entre unos y otros.
Para mi sorpresa estamos en un país aun muy patriarcal y de diferencias sociales cada vez más marcadas. Las mujeres acostumbramos a los hombres a ser el ama de casa que cocina, mantiene a hijos, esposo y otros familiares, las que hacemos todos por todos. La mujer cada día pierde su identidad y su autonomía. Pero en general el hombre y mujer de este país se “quema” trabajando, sin un descanso importante, sin pasar tiempo necesario con su familia nuclear, hace falta la independencia del ser como tal y aun así, sin pensar en nuestro bienestar queremos ser altamente competitivos en un país donde todo se mueve con el dinero de pocos y los demás subordinados antes estos. Donde ser independiente no garantiza una buena vida, donde un salario mínimo debe alcanzar para 10 personas en una pequeña casa, sin saber si tiene las condiciones para vivir bien en cuanto a salud y salubridad. Somos los luchadores de guerras perdidas, sin iniciativas a nuevos horizontes.
Para terminar quisiera catalogar al colombiano como el trabajador sin éxito, aquel que dedica toda su vida a eso, a trabajar para ganar poco y sobrevivir en el medio, al conformista y dependiente del otro, al vivo que le quita al bobo a la falta de responsabilidad y solidaridad, somos aquellos que dejamos morir a los demás en su condena pues nos basta con la que pagamos en nuestra propia vida cotidiana.    

lunes, 13 de febrero de 2012

Un Extraño Entre Comillas


Una copa de vino para dos, algo dulce, algo seca, no lo sé.

Me perdí en el primer sorbo y tus labios en la copa y tus labios empapados.
Un extraño entre comillas esta frente a mi; toca mi rostro, me besa y sabemos a vino, sabemos a noche, sabemos a la completa nada.

Entre cierro los ojos desnuda con algo de frio y calor, con la pasión y el deseo en la piel. Con la mirada de un cómplice y la vida en una eternidad de éxtasis
Bailemos entre sabanas en intensos gemidos y cuando el cuerpo no resista aquel roce. Bailemos un tango en silencio.

Amanece y adiós extraño entre comillas, adiós con mi aroma entre tus venas y el vino en nuestros cuerpos separados.

Autor:Laura Velez



jueves, 2 de febrero de 2012

La manera de ver la vida es tan subjetiva que la realidad no llega  a ser realidad. Que la realidad son los sentidos y la percepción del cuerpo… La realidad es interna, insatisfactoria. La vida se convierte en la propia necesidad; en una necesidad tan insignificante como un cigarrillo en la mañana; como un polvo placentero en al noche con las sombras de algo de alcohol.


Y todo comienza a ser un frenesí de llenarnos algo que sentimos como un vacío y  lo llenamos de basura…de los llamados problemas de todo aquello que vuelve nuestros sueños pesadillas…de todo aquello que después de felicidad nos lleve al eterno desconsuelo…Querer deshidratar el cuerpo con las lagrimas; lagrimas de sal…lagrimas de sangre y es algo tan emocionante que hasta la propia vida en muchos puntos del camino se aparta de nosotros y nos pregunta que estamos haciendo?... volvemos a colocarla  dentro de nosotros como prendas de vestir y nos hacemos los sordos.



Y es que quien no se ha llenado de problemas? . Quien no ha disfrutado romper las reglas?…Quien no ha disfrutado buscar la manera de salir del laberinto?. Quien no ha disfrutado la estupidez de enamorarse, de soñar, de crear ilusiones para ver como se rompen. Y si no se rompen? Queremos más…queremos caos y ver como todo se crea en el.

Pero el temor no es de sufrir  o de ser feliz, el temor no es llenarse de emociones, el temor es que no existe aquello que despierta todos estos estados en nosotros y es en el punto crítico en el que me encuentro. En el que me llene de tanta basura que no cabe más, en el que salí del laberinto y no busco la manera de volver a entrar, en el que soy la Alicia que atrapo el conejo blanco, en el que la vida me desarmo el alma y dejamos los pedazos tirados y que por mas que mis ojos quieran las lagrimas no salen más.

Así que salí corriendo a buscar lo emocionante que hacia mi pasado, pero ya no es tan emocionante, corrí hacia el viejo laberinto y ya me sabia e camino, y me senté en una silla frente  a mi vida, una vida en la que solo se mantiene el cuerpo vivo, en el que tengo dos basureros y aun no se cual debo llenar y peor aun con que lo debo llenar.

Autor: Laura Velez