Y todo comienza a ser un frenesí de llenarnos algo que sentimos como un vacío y lo llenamos de basura…de los llamados problemas de todo aquello que vuelve nuestros sueños pesadillas…de todo aquello que después de felicidad nos lleve al eterno desconsuelo…Querer deshidratar el cuerpo con las lagrimas; lagrimas de sal…lagrimas de sangre y es algo tan emocionante que hasta la propia vida en muchos puntos del camino se aparta de nosotros y nos pregunta que estamos haciendo?... volvemos a colocarla dentro de nosotros como prendas de vestir y nos hacemos los sordos.
Y es que quien no se ha llenado de problemas? . Quien no ha
disfrutado romper las reglas?…Quien no ha disfrutado buscar la manera de salir
del laberinto?. Quien no ha disfrutado la estupidez de enamorarse, de soñar, de
crear ilusiones para ver como se rompen. Y si no se rompen? Queremos
más…queremos caos y ver como todo se crea en el.
Pero el temor no es de sufrir o de ser feliz, el temor no es llenarse de
emociones, el temor es que no existe aquello que despierta todos estos estados
en nosotros y es en el punto crítico en el que me encuentro. En el que me llene
de tanta basura que no cabe más, en el que salí del laberinto y no busco la
manera de volver a entrar, en el que soy la Alicia que atrapo el conejo blanco,
en el que la vida me desarmo el alma y dejamos los pedazos tirados y que por
mas que mis ojos quieran las lagrimas no salen más.
Así que salí corriendo a buscar lo emocionante que hacia mi
pasado, pero ya no es tan emocionante, corrí hacia el viejo laberinto y ya me
sabia e camino, y me senté en una silla frente
a mi vida, una vida en la que solo se mantiene el cuerpo vivo, en el que
tengo dos basureros y aun no se cual debo llenar y peor aun con que lo debo
llenar.
Autor: Laura Velez
Ataques al corazón, decisiones en forma de autoflagelo, tu ya sabes cual camino elegir, solo es cuestión de que dejes de mirar atrás, porque atrás tuyo solo esta tu sombra.
ResponderEliminar